La expansión de la soja en Argentina ha transformado grandes áreas naturales en campos de cultivo, afectando a los ecosistemas y la economía regional. La floración masiva de la soja impacta negativamente en la polinización y en la diversidad de especies vegetales en los bosques fragmentados.
Un trabajo reciente desarrollado por especialistas del IMBIV, CONICET-UNC muestra que la proporción de bosque en el paisaje influye en la visita de polinizadores a las plantas nativas, mientras que la presencia de soja afecta de manera diferente a distintos grupos de abejas. Estos hallazgos subrayan la importancia de considerar la matriz de cultivos en el manejo del paisaje para conservar la diversidad funcional y garantizar la supervivencia de los polinizadores.
Es fundamental un ordenamiento territorial cuidadoso que incluya la conservación de los bosques, el impacto de la floración masiva de cultivos y los efectos de las escalas espaciales en los ecosistemas. Mejorar nuestro conocimiento sobre las interacciones entre animales y plantas, como la polinización, nos permite desarrollar medidas para promover la sostenibilidad de los agroecosistemas y la conservación de la biodiversidad.
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