Consecuencias de la expansión de los agronegocios en los Bosques Chaqueños de Argentina: efectos del glifosato en la supervivencia de las plantas nativas

Los agronegocios están produciendo una gran transformación socio-ecológica en América Latina, principalmente porque se han expandido hacia áreas ocupadas por ambientes naturales (bosques nativos, humedales, etc.). El glifosato es el herbicida más utilizado en Argentina para el desarrollo de la agricultura industrial, produciendo graves efectos eco-toxicológicos1 sobre muchos grupos de organismos que no son las malezas que se propone controlar, y a los cuales se los califica como “organismos no-blanco”.

En un estudio liderado por las Dras. Florencia Ferreira y Carolina Torres del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV-CONICET-UNC), en colaboración con el Ing. Enzo Bracamonte (Facultad de Ciencias Agropecuarias, UNC) y Leonardo Galetto (IMBIV-CONICET-UNC), se evaluaron los efectos toxicológicos del glifosato en 24 especies de plantas nativas presentes en relictos de Bosque Chaqueño de la Provincia de Córdoba. Los resultados de esta investigación fueron recientemente publicados en la Revista Science of the Total Environment.

En los experimentos realizados, se aplicó un gradiente de dosis de glifosato a plántulas de cada una de las especies estudiadas. Este gradiente comenzaba con dosis mínimas, similares a las que reciben las plantas “no-blanco” por la deriva de las aplicaciones en los cultivos, y llegaba hasta dosis mucho mayores a las recomendadas por las buenas prácticas agrícolas, similares a las que están utilizando actualmente los productores en los cultivos. Las plántulas fueron cultivadas en un invernadero a partir de semillas recolectadas en 20 fragmentos de bosque nativo con diferentes grados de exposición histórica al glifosato (baja, media y alta). Las aplicaciones de este herbicida se realizaron en estadios de desarrollo temprano y tardío de las plántulas (cinco y diez semanas después de la germinación, respectivamente). Los efectos de estas pulverizaciones fueron evaluados midiendo la fitotoxicidad, la reducción del crecimiento y la sensibilidad al glifosato en cada plántula tratada.

Los resultados de este trabajo mostraron que el glifosato produjo efectos letales o subletales en las 24 especies nativas estudiadas (el 80 % de las especies presentó efectos severos con ¼ de la dosis habitual utilizada en los cultivos). Algunas de las especies fueron categorizadas como muy sensibles al glifosato mientras que otras podrían ser consideradas como tolerantes a este herbicida. Los mayores efectos toxicológicos se observaron en plántulas cultivadas a partir de semillas de poblaciones con baja exposición histórica al glifosato. Es decir, las poblaciones de plántulas originadas de semillas de fragmentos de bosque más grandes (menor exposición a la deriva de glifosato en el paisaje) fueron las más susceptibles. Las plántulas en estadios tempranos de desarrollo fueron más afectadas por las aplicaciones de glifosato en comparación con estadios tardíos. También, los efectos negativos fueron mayores en las especies herbáceas que en las leñosas. A partir de los efectos observados para el conjunto de especies estudiadas, un resultado preocupante es que, si se quisiera proteger las poblaciones del 95 % de las especies de plantas nativas presentes en los fragmentos de bosque, la deriva de glifosato que llega a la vegetación natural no debería superar el 5 % de la dosis recomendada para los cultivos. En consecuencia, estos resultados indican que la deriva habitual de glifosato hacia “plantas no-blanco” podría tener graves consecuencias para la conservación de la diversidad en las comunidades de plantas que viven en ambientes naturales inmersos en los agroecosistemas (Imagen 1).

Imagen 1: agroecosistema en Argentina central en donde se observa una matriz con cultivos de verano como maíz (izquierda) y soja (derecha) que rodean fragmentos de vegetación natural (relictos de bosque nativo visibles en el horizonte de la fotografía). Fotografía: Leonardo Galetto.

Por otro lado, las aplicaciones de dosis crecientes de glifosato en los cultivos y los efectos de su deriva hacia las “plantas no-blanco” (Imagen 2) promueven la selección de biotipos tolerantes al glifosato en las poblaciones inmersas o contiguas a los lotes de cultivo. Estos biotipos resultan seleccionados y rápidamente pueden convertirse en nuevas malezas muy problemáticas para los cultivos. Es decir, el sistema de manejo químico de las malezas, hongos e insectos promovido por la agricultura industrial hegemónica es uno de los factores más importantes que impulsa la crisis de este modelo de agricultura.

Imagen 2: pulverizaciones de agroquímicos que se realizan periódicamente sobre los cultivos y que por deriva alcanzan a “organismos no-blanco”, representados en esta fotografía por las comunidades de plantas presentes en los costados del camino o en el fragmento de bosque nativo que se encuentra inmerso en la matriz de cultivo. Fotografía: Leonardo Galetto.

¿Qué recomendaciones se podrían sugerir para conservar la biodiversidad y mejorar el manejo de malezas en los agroecosistemas? Por ejemplo, cuando resulte necesario aplicar herbicidas, utilizar las mínimas dosis posibles, evitar las aplicaciones cuando no se dan las condiciones meteorológicas óptimas (por ejemplo, no pulverizar si se observa moderada o alta velocidad del viento), implementar zonas de amortiguamiento (sin aplicaciones de herbicidas) entre los bordes de los lotes de cultivo y la vegetación natural, evitando afectar las poblaciones de plantas y animales nativos. Estos criterios, junto con la capacitación continua del aplicador, tienen una importancia crucial para regular el nivel de deriva del herbicida y así evitar alcanzar áreas con vegetación natural.

En conclusión, el manejo de las malezas ligado a los cultivos resistentes al glifosato representa una amenaza tanto para la conservación de la biodiversidad como para los agronegocios, condicionando la supervivencia de las plantas nativas y promoviendo la selección de nuevas malezas tolerantes al glifosato. Esta investigación se suma a tantas otras que fundamentan la razonabilidad y la urgencia de la aplicación del Principio precautorio2 con respecto al uso actual de glifosato en los agroecosistemas y la expansión de los agronegocios sobre los bosques chaqueños, con el fin de proteger la biodiversidad de los relictos que se encuentran inmersos en las matrices agrícolas y, al mismo tiempo, evitar la selección de nuevas malezas.

1Ecotoxicología: ciencia que estudia los efectos tóxicos provocados por los contaminantes sobre los ecosistemas.

2Principio precautorio: En el artículo cuarto de la Ley General de Ambiente de Argentina (Ley nº 25.675) el principio precautorio se describe como: “Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.” Es decir, el principio precautorio exige que cuando exista duda razonable sobre la peligrosidad de cualquier actividad con repercusiones ambientales se evite la misma o se tomen las medidas para que ese eventual daño no se produzca.

Autores: Carolina Torres y Leonardo Galetto

Publicación: Ferreira, M. F., Torres, C., Bracamonte, E., & Galetto, L. (2023). Glyphosate affects the susceptibility of non-target native plant species according to their stage of development and degree of exposure in the landscape. Science of The Total Environment, 865, 161091. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2022.161091.