¿Sabían que en Argentina hay enterrado un tesoro de diamantes negros?
No, no se trata de una rara versión de piedra preciosa, sino de una de las joyas culinarias más apreciadas en el mundo: las trufas.
Uno de los alimentos más caros del planeta, al que generalmente asociamos con la alta cocina europea, crece en nuestros suelos desde hace muy pocos años.
Pero para que pueda acceder a los mercados internacionales debe pasar por una serie de estrictas pruebas, entre ellas la de tener definido su perfil aromático, uno de los puntos clave a la hora de ser aceptadas en las más exigentes cocinas.
En el marco del proyecto INTACT, un grupo de investigadores, entre los que se encuentran miembros del IMBIV, lograron establecer el perfil aromático de las trufas argentinas, lo que las hace únicas en el mundo y le abre las puertas a un mercado muy exclusivo.
Pueden leer la nota sobre el trabajo publicado en Food Research International en el siguiente enlace: https://bit.ly/TrufasArgentinas