Una nueva investigación sobre las causas de la devastadora crisis mundial de la biodiversidad ha descubierto que la principal causa es la conversión de bosques y praderas naturales en zonas de agricultura y ganadería intensivas. Los siguientes impulsores más importantes son la explotación de la vida silvestre a través de la pesca, la tala, el comercio y la caza, y luego la contaminación.
Pueden leer la nota completa sobre este trabajo y acceder a la publicación de la revista Science Advances, en la que participaron Pedro Jaureguiberry y Sandra Díaz, miembros de nuestro Instituto, en el siguiente enlace.