Quienes compartimos muchos momentos en el IMBIV y el Museo Botánico con el recientemente fallecido Dr. Luis Ariza Espinar, queremos rendirle homenaje con la publicación de su autobiografía, escrita hace casi dos años.
AUTOBIOGRAFÍA
Corría el año 1933, en un invernal 27 de julio, en el pueblo de Chimbas (San Juan) nacía Luis, el segundo hijo del matrimonio compuesto por José Ariza Peláez (español de nacimiento) y de Natividad Espinar Fernandez (de padre español y madre criolla). El primogénito, José Julio, había nacido 2 años antes (fallecido en la actualidad). En realidad el nombre elegido para el segundo por su madre, era Alfredo, pero su padre , quien había concurrido al registro civil, como era costumbre , con 2 vecinos que oficiaban de testigos, olvidaron el nombre elegido, y optaron por el de Luis. Al regresar al hogar, se supone hubo recriminaciones de la madre , pero ya era tarde. El nombre Alfredo, quedó “ in pectore” y , a los 14 años, le fue aplicado al tercer vástago ; éste luego de cursar magisterio optó por el sacerdocio, siendo ordenado en el clero secular en 19……. Hoy en día , luego de haber regenteado 3 parroquias, ostenta una licenciatura en Filosofía y un Máster en Bioética, ejerciendo la docencia en la Universidad Católica de San Juan, y teniendo a su cargo varios Colegios Parroquiales. Pasemos ahora ,ya ,al segundo de los infantes (Luis)[ recuérdese que según la R.A.E. en su primera acepción , se llama infante al niño de hasta 7 años]. Ahora seguiré el relato en primera persona: Qué recuerdos de mi infancia entre los 5-6 años: La vieja casona de los bisabuelos Espinar, tenia un largo callejón ( se le llamaba así a la vía o espacio entre dos parrales o viñas), de ese lugar recuerdo vivamente a una planta herbácea, de hojas plateadas y flores celestes, de corola rotada y estambres amarillos con dehiscencia poricida, con algunas espinitas en hojas y tallitos. Varias veces fui mandado a juntar sus frutos , unas bayas esféricas, amarillas, que alguna vez apreté y me salpicó en los ojos produciendo un terrible ardor, difícil de olvidar. Se los usaba para sacar manchas en las ropas (tal vez por sus saponinas) ( Solanum elaeagnifolium, n.v. quillo). Otras plantas que quedaron en mi retina: Una planta enorme ,de peras, de frutos abundantes pero pequeños, y muy difícil de bajar, con algunas cañas o subiendo por el tronco, otra planta más pequeña ,la pera de agua, pero sólo daba 3 ó 4 frutos , todos esperábamos que maduraran, pero eran pocos. Finalmente una planta que daba unas frutas hermosas como una manzana, pero cuando estaban maduras , eran horribles de comer , de sabor áspero , y de consistencia muy blanda (resultaba ser la planta del Kaki ( Diospyros kaki, flia. Ebenáceas). Tengo en mi memoria, lo ocurrido en 1939, era el 10 de Febrero. Recuerdo que entró, en la vieja casona de los bisabuelos Espinar, por el zaguán y se dirigió a uno de los dormitorios ( luego supe que estaba mi Tía Amparo allí ) una señora fornida ,con un maletín llamativo en sus manos. Poco después, oíamos llantos de un bebé, era mi prima Irma. Pasó un tiempo en el cual yo estaba convencido que a mi prima la había traído, la vigorosa matrona dentro de ese bolso. Estoy hablando de la comadrona de la familia ,Doña Adela Fochi de Zini
Ya en este momento, conviene empezar a hablar de la escuela primaria.
Mi casa paterna estaba sobre calle Mendoza . En esa época, eran una sucesión de fincas (parrales) con las casas separadas entre sí por unos 200 m, , hacia el Norte, al final de esa calle ,que terminaba en el río San Juan y a unos 500 m , antes de llegar al mismo, había una vieja escuela de adobes y barro, cuyas habitaciones estaban ordenadas en “chorizo”, semejando una L . En esa época se llamaba Escuela Nacional nº 6 (Ley Láinez ) . Era su Directora la Sra. Eva María Yáñez de Cibeira. Allí empecé el Primer Grado Inferior (6 años) [1939], a los pocos meses sufrí una fractura de tibia/o peroné, debido a ello perdí el año, y lo repetí a los 7 [1940]. Mi primer libro: Primeras Luces, mi primera maestra: Tránsito Castro, muy conocida ,pues era raro que una mujer tuviese auto, un viejo modelo tipo Ford T. Mi maestra de Primero Superior: Carolina Castro, en Segundo : Marta de Perona, en Tercero: Maria Luisa Videla ,recuerdo que estuvimos todo el año con las tablas de multiplicar, y de deberes todos los días una composición, que leíamos todos al frente . Era 1943, ya debía pasar a Cuarto en 1944.
Transcurría el mes de enero y en un cálido atardecer del sábado 15, alrededor de las 21 horas, todavía con buena luz, un ruido atronador y un movimiento de tierra nos sacudió, los mayores nos arrastraron hacia la calle y allí, tirados en el suelo veíamos caer ,una tras otra , las paredes de adobes ( ahora lo recuerdo como una visión apocalíptica), fue el famoso Terremoto, que destruyó gran parte de la ciudad. Pasados los primeros momentos, una nube oscura cubría el cielo y avanzaba hacia nosotros, era el polvo de la ciudad destruída. Luego de la media noche, y por los fondos de los parrales ( a campo traviesa), pasaron , cansados algunas personas, que luego supimos era presos de la Cárcel de Chimbas, que habían pedido ir a sus casas a ver sus familias, prometiendo volver al dia siguiente, y cosa notable cumplieron su palabra, fue por ello que tuvieron su recompensa, obteniendo algún franco adicional ( creo recordar que este hecho fue, en su momento, mencionado en los Record Guiness )
Recuerdo que ese sábado debía hacerse una fiesta en casa de Don Nicolás (compadre de mi abuelo Pepe) pues su hijo, Nicolasito se había salvado de la Marina. Durante el día se habían horneado enorme cantidad de “ magdalenas” .Estuvimos comiendo las dichosas magdalenas varias semanas.
En ese año se debía inaugurar un nuevo edificio para nuestra escuela a unos 200 metros de mi casa. Dicha escuela fue agrietada por el terremoto antes de empezar las clases y mi Cuarto grado transcurrió en lo que iba a ser la casa de la portera, a un costado del edificio central, que se salvó del terremoto. Fue un año muy intenso, ya con carpetas y dibujos. Fue mi maestra la Srta. Lidia Varas Andino, que era, además nuestra maestra de Música . Como las escuelas nacionales ( Ley Láinez) sólo tenían hasta cuarto grado, el 5 y 6 grado los cursé en una escuela provincial, Ernesto A. Bavio (unos 1-2 km sobre la misma calle Mendoza, pero hacia el sur). En Quinto tuve al maestro Don Osvaldo Alday, y en Sexto a la Srta. Juanita Medvekin .Trabajamos mucho en lengua y matemáticas lo que me permitió rendir el examen de ingreso a primer año del Colegio Mons. Pablo Cabrera sin necesidad de hacerme preparar ( usé el conocido Manual de Ingreso a Primer Año, del Prof. Pedro Berruti (1940).
El 15 de enero de 1947 inicié el Primer año, recuerdo que al volver de clase me encontré que había venido al mundo mi segundo hermano , Alfredo.
De mi paso por la secundaria puedo recordar a algunos profesores y a algunos compañeros. De los primeros está la profesora de Botánica (Sra. de Avendaño) que nos explicaba siempre la lección sobre el texto de Dembo. Merece un mención especial la Prof. de Castellano, en Segundo Año (Rosa Pósleman , luego de Marcovechio). Egresada de la Escuela Normal Alejandro Carbó, siempre nos hablaba de Córdoba , de la Plaza Colón, creo que eso siempre me entusiasmó. Trabajamos con el libro Tierra mía de Arturo Capdevila, e insistía en la gramática, creo que a ella le debo mi preocupación siempre de la ortografía. Por suerte, la tuve de vuelta en 4º año, en Geografia Argentina. Cómo estudiamos !!! los sistemas orográficos, recuerdo haber dibujado cantidad de veces las Sierras Pampeanas (Minas, Chepes , Ulapes etc.), de norte a sur, en el recreo era el encargado de preparar en el pizarrón unos contornos de las provincias centro-argentinas para allí señalar los cordones montañosos. Sabíamos de memoria unos esquemas de la Geografía de Lorenzo Dagnino Pastore (Un cuadro de esos sistemas se conserva , aún,en el Museo Botánico). En general se aplicaba en esa época lo que despectivamente se llama “ enseñanza enciclopedista” o sea estudiar por libros y dar la lección, pero así aprendimos a estudiar, a pasar al frente a dar la lección , a explicar con nuestras palabras, a resumir, etc. En Matemáticas recuerdo al Ing, Augusto Landa (también historiador, Miembro de la Junta de Historia de San Juan). Con él, aprendimos a resolver los teoremas ( con Hipótesis, Tesis, Demostración , etc.).Mis profesoras de Francés: Mme. Charpentier, en primer año.Con ella aprendimos canciones infantiles, que ella ejecutaba en el piano, y la Marsellesa, la que todavía recuerdo y puedo cantarla. En Tercero la profesora era Mademoiselle Patiño, encantadora, charlábamos pero, a su momento, cesaba la chacota, empezábamos con la lectura, traducción y los verbos en todos sus tiempos.. En física, recuerdo al prof. Crescentino, era un capo y sabía bastante, pero era un poco “loco” de ahí, su apodo. Otro , de quinto año, era el ing. Chipitelli…….. , llamado el “payo” (albino), con su trigonometría y cosmografía, era un personaje. Entre, otros, no puedo olvidar al Maestro de Música: don Inocencio Aguado. Formé parte de su Coro en el Nacional de primer año al quinto. Español él, era formidable compositor y arreglador de canciones para 4 voces. No olvido su encantador Himno a Sarmiento, tal vez poco conocido, pues hay otros 2, que son los más ejecutados. En la dirección del Colegio, salvo, en primer año, que era un Canónigo (no recuerdo su nombre) luego estuvo a cargo del Sr. Pérez Lobos. De maneras muy sobrias, imponía respeto, pero era cálido y afectuoso ( otros, Botánica: Sra. de Avendaño ; en segundo Historia, Srta. Sánchez Sarmiento; Zoología: Dr. Avendaño ; ( agregar) De mis compañeros puedo recordar, estando yo en Cuarto año,, a un joven de tercero, quien, en los recreo me pedía ayuda , sobre todo en Matemáticas (con los famosos teoremas), este joven vino a Córdoba, luego me enteré que estudiaba Odontología. Lo volví a ver, ya egresados, y aunque era dentista, ocupó por un tiempo la Secretaría de Ciencias Químicas (en una época de gobierno radical). Con el tiempo llegó a la Intendencia de Córdoba. Por un problema barrial, (nos solucionó un serio problema de escrituración de lotes), los vecinos decidieron ir a saludarle y agradecerle. Yo los acompañé, nos recibió muy atento , yo entré último, ya no habían sillas, y al reconocerme buscó una y me sentó al lado de él, creo que puse un poco colorado. Aunque nunca cultivamos amistad, creo que siempre se acordó de mí, pues en algunas oportunidades de mandaba saludos, con algún colega ( se trata, pues de Dr. Ramón B. Mestre). Otro caso interesante, fue en cuarto año, un joven brasileño (en realidad nacido en Lisboa), cuyo padre famoso matemático, había sido contratado por la Universidad de San Juan. Este joven concurría para adaptarse a nuestro país, a nuestro colegio. De tez “ tropical” , pelo algo ensortijado, y con anteojos, (muy distinto a un hermano menor, que se ubicó en el tercer año, pues tenìa en ese entonces cabello rubio y ojos claros). Este nuevo compañero , era muy retraído, claro, hablaba portugués, yo trataba de hacerme entender y ayudarle en lo posible. ¿ Que fue de él? Me enteré , más adelante, que estaba en Córdoba, estudiando pintura. Yo lo pude ver, de lejos en algunas oportunidades , no había cambiado, pero por ciertas razones, no quise hablarle . Con el tiempo me enteré que era profesor en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Córdoba y no solo eso sino que se trata de un importante pintor argentino (se nacionalizó en 1976) con un frondoso curriculum. Hace algunos años, realizamos en San Juan un encuentro , no recuerdo si fue para los 40 años de egresados, y fue invitado, no pudo ir, y mandó un cuadro de obsequio para el colegio, yo me encargué de contar a los presentes y a la Rectora del Colegio que se trataba de un cuadro muy valioso ( de ese encuentro prefiero no recordar el estado de algunos de mis antiguos compañeros). Hace 1año o algo mas?, haciendo cola en la DASPU, veo delante mío a una persona que reconocí de inmediato, yo temía no ser reconocido , luego de algo más de 50 años, yo sí lo había visto en varias oportunidades , de lejos, pero él a mí nó. Lo encaro, y digo: Monteiro?, me mira y dice: Ariza?. Era inexplicable, sentí un escalofío en mi piel, no se puede tener esa memoria, estaba igual ¡!!!
Pero retrocedamos y volvamos a mi llegada a Córdoba.
Tenía yo una vocación por la Farmacia? No,! mis compañeros habían elegido Medicina, pero mis padres habían elegido por mí , Farmacia.
Un condiscípulo desde 5 grado y luego todo el secundario (luego el malogrado Dr. Américo Márquez), con su padre y el mío llegaron a Córdoba, a instalarnos, lo hicimos en Barrio Clínicas, barrio de estudiantes, a unos metros del Hospital de Clínicas , sobre calle Santa Rosa, en la pensión de Don Cuassolo. Era necesario vivir ahí, y salir a la calle con nuestros guardapolvos, en ese entonces un honor ser estudiante y andar en guardapolvos (luego seríamos una plaga).
Era el año 1952, me inscribí en la Escuela de Farmacia y Bioquímica dependiente de la Facultad de Medicina ,otrora en la calle Trejo 241. Del primer año recuerdo al Dr. Jose María Gentili, profesor de Zoología y Mineralogía. Materia interesante , pues se daba una zoología general pero con énfasis en el grupo de los parásitos y de algunos insectos vectores o trasmisores de enfermedades, como era bioquímico siempre daba las aplicaciones prácticas. También me interesaba , en Mineralogía, el asunto de los cristales, sus sistemas y sus ejes de orientación, ya en el año , creo 1954, esta cátedra fue reemplazada por Biología General. En el segundo año (1953) cursé Botánica, a cargo del Dr. Florentino Garello, un “ lord inglés “ de modales muy refinados que repetía, unos apuntes que estaban publicados, y recomendaba el libro de Gilg y Schürhoff (en su momento lo mejor) . Recuerdo los trabajos prácticos; habían dos Jefas (una, en realidad, la Sra. Alba de Montenegro, pues la otra, la Sra. Faustinelli de Baldi, esa sólo una amiga que le ayudada, mientras la primera era brava, la segunda era un encanto). Para hacer el herbario, comprabamos unas hojas que decían : HERBARIO y llenábamos un cuadrado inferior derecho con los datos que nos daba otra profesora que sabía de nombres de plantas, una vez al año ) se trataba de la Dra Adelina Gazzia que daba Botánica para Agrología, en esos momentos en la F.C.E.F.yN. En 1954, debí cumplir con el Servicio Militar, ya en San Juan había logrado que fuera destinado al Hospital Militar de Córdoba. Estuve desde Febrero hasta una primera baja en Octubre. Mi destino fue la Farmacia del hospital cuyo director era un Teniente Primero Rosner, quien cursaba el ultimo año de Bioquímica, un tipo macanudo que se la pasaba todo el día en el Laboratorio de Análisis, o, con tal de salir a dar vueltas , me traía hasta la Facultad (Obispo Trejo 241), para hacer los prácticos, en una Moto Norton (para ese entonces una motazo), y a la hora que yo le decía me pasaba a buscar, el segundo jefe (Ubaldo Sadi Rifé) habia sido mi jefe de T.P. de Química Inorgánica, así que me conocía, muy buenos tipos!!!!Esos meses en la Farmacia aprendí de todo, eran litros de jarabes para la tos, kilos de diadermina, pomadas para el pecho, miles de sellos antrigripales, y otras fórmulas magistrales. Abastecíamos a todas las guarniciones de ese entonces. Alli conocí a un soldado enfermero que llevaba todos los días los pedidos a su destino, estudiante de medicina, quien luego apareció por el Museo, a dibujar, y hoy ostento en mis Pródromos muchas excelentísimas láminas, que realizara por entonces, el Sr. Hernán García. Al producirse mi baja, pude en noviembre y diciembre preparar y rendir Bótanica.Yo había previsto esta oportunidad así que en su momento había hablado con mi madre quien, siguiendo mis indicaciones , había disecado cuanta planta con flor encontraba en nuestros jardines y chacras, en San Juan,y me había mandado ,por correo , un cajón enorme de material seco, de allí pude hacer un hermoso herbario. Rendí con 9, hablé de hongos y luego de Ranunculáceas , sobre la raíz de Aconitum napellus y para que servía, vomité el libro de Gilg que nombré antes.
Comenzaba 1955, ya pensaba seguir estudiando en Chile, pues el ambiente político aquí, era un tanto pesado, al menos para mi forma de pensar. Mi militancia en la ACA, con el P. Cargneluti por un lado, por el otro el pelado Angelelli, en la JOC, las reuniones clandestinas donde se gestaba el Partido Demócrata Cristiano, camouflado de sesiones de estudio sobre la Doctrina Social de la Iglesia y la Rerun Novarum de León XIII, creaban un clima permanente de inquietud.
A mediados de Septiembre ocurrida la llamada Revolución Libertadora cesaron casi todos los profesores de Farmacia y volvieron algunos de los separados por el anterior gobierno. También algunos improvisados como para no perder el año. Ya corría un aire de innovación. La CGU desaparece para retomar la escena la FUC. Se reorganizan los Centros de Estudiantes con diversas posiciones ideológicas. En Botánica asume el Farmacéutico, Bioquímico y Médico Guillermo Stuckert ( hijo de don Teodoro).También fue designado en Química Inorgánica y Farmacognosia. Dentro de las conquistas estudiantiles está la creación de cargos de Ayudantes alumnos, propiciados y controlados por la FUC . Puesto que yo era de la “oposición” busqué una cátedra que no tuviera cargos rentados y así llegué a Botánica, solicitando ser ayudante “ ad honoren”. Paralelamente se comienza con la idea de crear un Instituto de Ciencias Químicas, para lo cual se inicia el llamado a concurso de profesores, uno de los primeros fue en Botánica. Lo gana el Ing. A.T.Hunziker de la facultad de Ci . Ex. Fis. y Nat ., quien fue cuestionado por la FUC, pero fue confirmado en ese cargo. El personal de la cátedra lo recibe con mucha aprensión y pronto llama a concurso y los jefes son reemplazados, por la Dra. E. Di Fulvio y el Dr. A.E, Cocucci, queda el Técnico Sr. Schaffer, quien pronto se jubila, pero permanece el ordenanza Sr. Roberto Platté y una aterrorizada secretaria Srta. Rosita Rodón, quien aguanta un tiempo prudencial . Quedo yo, por supuesto pues era “ad honoren”, no podían echarme. Hasta graduarme de farmacéutico permanecí como ayudante, estrujando a los jefes todo lo que podía, estudiaba como loco para aprender botánica. Me estudiaba los trabajos prácticos de memoria, me la pasaba haciendo cortes a mano, hasta que salieran perfectos. Aprendí a hacer acetólisis y a recoger polen del aire, estaba de moda la polinosis. Alfredo y Emil, con toda su sapiencia y paciencia me saciaban hasta el hartazgo. Quería aprender, ellos me brindaron siempre todo su apoyo. Para el Ingeniero yo era un “ peludo de regalo”, me aguantaba, siempre era uno de farmacia, no era un biólogo. El día que me recibí (allá por septiembre de 1957) me dijo que ya no podía ser más ayudante alumno. No sé como pude convencerlo de quedarme. Pasa un tiempo y Alfredo, creo, viaja a USA y lo reemplaza su esposa Nora, luego viene el Lic. Caro. Luego hay una renuncia del Lic. Caro (Diciembre de 1958 ) se me designa en ese cargo. Poco mas tarde (enero 1959) tengo una hoja con designaciones de : Jefes de T. Prácticos a L. Ariza Espinar y Nora Ocanto de Cocucci y Ayudante Técnico Auxiliar a Alfredo Cocucci. No recuerdo bien ,pero tengo una Nota (fecha 30 de Diciembre 1959) donde se indica que, a partir del 1 de enero de 1960 (Ya Instituto de Ciencias Quimicas) se designa personal en Botánica: Ayudante Técnico Auxiliar a A.E. Cocucci, y Jefes de Trabajos Prácticos a L . Ariza Espinar y José A.. Caro. El 13 de Diciembre de 1960 el director del Instituto, Dr. Sanguinetti designa , de vuelta a A .E. Cocucci, en ese cargo, a Ariza Espinar como jefe y a la Bióloga Lucía Articó también como jefa. De 1961 al 1963 paso al cargo de Cocucci o sea Ayudante Técnico Auxiliar . De 1963 a 1964 revisto con Dedicación Exclusiva y desde el1964 al 1970 se me designa Encargado de la Cátedra. Esto se debió a que, luego de la renuncia del Ing, A,T.Hunziker, quedó el Lic Caro a cargo de la cátedra y, quien, al presentarse a concurso en la UBA, deja el cargo de profesor, por eso es que se me encarga la asignatura Botánica. Luego debí rendir la Tesis (1970), para poder ser nombrado Profesor Adjunto (cuanto costó sacarle al ,en ese momento director del Instituto (R. Caputto) los puntos necesarios para el cargo antes dicho!!!!!!!). Luego, todo lo demás, es historia reciente.
Quedó expuesto que toda mi actividad docente y de investigación fue realizada en el Museo Botánico, donde pude disponer con toda libertad del uso de instrumental y material de herbario.
A modo de conclusión digo lo siguiente: Expreso acá mi reconocimiento, no obstante su director, a veces irascible de A. T. Hunziker de quien siempre recibí su ayuda, consejo y guía, de quien aprendí a manejar Plantae Lorentzianae y Symbolae. Fue mi codirector de tesis junto al Dr. J. A. Caro en la UBA y su valorable ayuda en resolver problemas taxonómicos. No podría olvidarme de A.A. Cocucci de quien aprendí a contar cromosomas en raicillas como así también a Emil Di Fulvio, su ayuda en la acetólisis para el estudio del polen. Por último, Ester de Mautino, ser único con el correcto manejo de material de herbario.
Sea todo por ahora.
Luis Ariza Espinar, Córdoba, Córdoba, 11 de septiembre de 2020.