Menos polinizadores, menos semillas: cómo el cambio en el uso del suelo afecta la reproducción de las plantas

La transformación del paisaje natural es uno de los principales motores del cambio global y una de las mayores amenazas para la biodiversidad. La expansión de la agricultura, la urbanización y la deforestación han provocado la fragmentación y pérdida de hábitats en todo el mundo, afectando no solo a la fauna y la flora, sino también a las interacciones ecológicas que sostienen los ecosistemas.  

Un estudio reciente publicado en un número especial de Annals of Botany sobre “Reproducción de plantas en ambientes cambiantes” y liderado por investigadores del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC) junto a un equipo internacional de científicos, reveló que estos cambios en el uso del suelo tienen un impacto negativo en la reproducción de las plantas con flores, reduciendo su capacidad para producir semillas y frutos.  

Un problema global para la reproducción vegetal  

Más del 90% de las plantas con flores dependen de los polinizadores para su reproducción. A través del transporte de polen de una flor a otra, insectos como abejas, mariposas y escarabajos permiten la fecundación y la formación de frutos y semillas. Sin embargo, cuando los paisajes se fragmentan y las poblaciones de polinizadores disminuyen, este proceso se ve afectado.  

El estudio analizó más de 300 especies de plantas en distintos ecosistemas del mundo y encontró que la pérdida de hábitat disminuye la cantidad de polinizadores y la calidad de la polinización. Como resultado, tanto la producción de semillas (éxito reproductivo femenino) como la dispersión del polen (éxito reproductivo masculino) se ven comprometidas.  

Distribución de los estudios que analizaron el efecto del cambio de uso del suelo sobre la polinización y la aptitud física masculina y femenina. El color del círculo representa la variable analizada. El tamaño del círculo representa el número de tamaños del efecto.

Las especies más vulnerables 

No todas las plantas responden de la misma manera a la transformación del paisaje. El estudio encontró que las más afectadas son:  

🌱 Plantas con sistemas de reproducción autoincompatibles: Estas especies no pueden autopolinizarse y dependen completamente de la polinización cruzada mediada por animales para producir semillas. La fragmentación del hábitat reduce el número de polinizadores disponibles y la diversidad genética del polen recibido, lo que limita su reproducción.  

🦋 Plantas polinizadas por insectos: A diferencia de las polinizadas por el viento o vertebrados como aves y murciélagos, las plantas que dependen de insectos son más sensibles a la pérdida de hábitat. Esto se debe a que muchos insectos tienen áreas de vuelo limitadas y no pueden desplazarse grandes distancias entre fragmentos de vegetación.   

Un llamado a la conservación y restauración

Los resultados de este estudio ponen en evidencia la necesidad de proteger y restaurar los hábitats naturales para asegurar la reproducción de las plantas y la estabilidad de los ecosistemas. Los científicos enfatizan la importancia de:  

Reducir la fragmentación del paisaje mediante corredores biológicos que conecten áreas naturales.  

Fomentar prácticas agrícolas sostenibles que minimicen la pérdida de polinizadores.  

Promover la restauración de ambientes degradados para mejorar la biodiversidad y la fertilidad del suelo.  

«Si no tomamos medidas para conservar y restaurar los ecosistemas, muchas especies de plantas podrían enfrentar dificultades para reproducirse, afectando la biodiversidad y la provisión de servicios ecosistémicos esenciales, como la producción de alimentos y la regulación del clima», concluyen los autores del estudio.  

Enlace al artículo original en Annals of Botany