¿El fuego ayuda a las plantas a reproducirse? El caso de 𝘚𝘰𝘭𝘢𝘯𝘶𝘮 𝘱𝘢𝘭𝘪𝘯𝘢𝘤𝘢𝘯𝘵𝘩𝘶𝘮 en el Chaco serrano

Estudiar los incendios ayuda a entender la naturaleza que nos rodea

En los últimos años, los incendios forestales se han vuelto cada vez más frecuentes en muchas regiones del mundo, y Córdoba no es la excepción. Las sierras de esta provincia están entre las más afectadas del país. ¿Qué consecuencias tiene esto para la biodiversidad? Un nuevo estudio científico arroja luz sobre cómo la frecuencia del fuego puede influir en la reproducción sexual de las plantas.

Una planta resistente que florece tras el fuego

La protagonista de esta investigación es Solanum palinacanthum, una hierba nativa del Chaco conocida como pocoto, que puede alcanzar hasta dos metros de altura. Tiene espinas, pétalos color violeta y, lo más interesante, la capacidad de rebrotar rápidamente después de un incendio gracias a órganos subterráneos. Pero además, tiene una característica particular: es andromonoica, lo que significa que produce flores masculinas y hermafroditas (con órganos masculinos y femeninos) en la misma planta. Esta estrategia le permite adaptar su reproducción a las condiciones del ambiente.

¿Cuántos incendios son demasiados?

El equipo de investigación, perteneciente al Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC), evaluó cómo varía la reproducción sexual de esta especie en lugares con distinta historia de incendios: desde sitios que no se quemaron en más de 20 años, hasta otros que sufrieron hasta cinco incendios en ese mismo período, una frecuencia de fuego extremadamente elevada para la región.

Los resultados, publicados en Plant Biology, mostraron que las plantas que crecían en sitios con una frecuencia intermedia de incendios (dos en 22 años) eran más grandes, producían más flores hermafroditas, eran más visitadas por abejas polinizadoras y formaban más frutos. Además, las semillas que generaban eran más grandes, germinaban mejor y más rápido. En cambio, en los sitios con incendios más frecuentes (4 y 5 fuegos), las plantas eran menos vigorosas y su reproducción menos exitosa.

Diagrama que ilustra hipótesis y predicciones sobre los efectos de la frecuencia intermedia de incendios en la actividad polinizadora y los parámetros reproductivos de Solanum palinacanthum en ecosistemas chaqueños. Créditos de la imagen: M. Tosatto.

La clave está en el equilibrio

El estudio sugiere que el fuego, en bajas frecuencias, puede beneficiar a algunas especies al liberar nutrientes en el suelo, reducir la competencia con otras plantas y atraer polinizadores. Pero cuando los incendios son demasiado frecuentes, el efecto se revierte y las consecuencias sobre las plantas pueden ser negativas. Es decir, no se trata de que el fuego sea “bueno” o “malo” en sí mismo, sino de cuánto y cada cuánto se quema un ecosistema.

¿Por qué importa este conocimiento?

Entender cómo la frecuencia de fuego afecta la reproducción de las plantas es fundamental para planificar la conservación y restauración de los ecosistemas. Pero también nos alerta sobre los efectos de la intervención humana: el aumento de los incendios relacionados a causas humanas  puede romper el equilibrio ecológico y perjudicar incluso a las plantas más resistentes.

Este trabajo es un claro ejemplo de cómo la ciencia ayuda a comprender las complejas relaciones entre las plantas, el ambiente y las actividades humanas. Y, sobre todo, nos invita a reflexionar sobre cómo convivir con el fuego de manera más consciente y sostenible.

Acceso a la publicación en Plant Biology

Participaron de este trabajo Martina Lourdes Tosatto, Ramiro AguilarLucas Carbone.