Aceites esenciales: aliados naturales contra una plaga que amenaza al maíz

El desafío del gusano cogollero

El maíz es uno de los cultivos más importantes a nivel mundial y también en Argentina. Sin embargo, su producción se ve seriamente afectada por el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), una oruga que se alimenta de las hojas y tallos, provocando enormes pérdidas en los rendimientos. Su rápida expansión global y la resistencia que ha desarrollado frente a los insecticidas sintéticos tradicionales lo convierten en una de las plagas agrícolas más preocupantes.

Ciclo de vida del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda). Fuente: CropLife

La búsqueda de alternativas sostenibles

Durante décadas, los insecticidas químicos fueron la principal herramienta para controlar al cogollero. Aunque efectivos, su uso intensivo genera graves problemas: resistencia en las poblaciones de insectos, contaminación ambiental y efectos negativos sobre la salud humana y otras especies no objetivo.

Por eso, la ciencia busca nuevas estrategias que sean más seguras y respetuosas con el ambiente. Una de las más prometedoras son los aceites esenciales, compuestos naturales extraídos de plantas aromáticas con reconocidas propiedades insecticidas y repelentes.

Aceites esenciales bajo la lupa

Un equipo del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC), el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ICTA-FCEFyN-UNC) y la Cátedra de Química Orgánica y Productos Naturales (FCEFyN-UNC), evaluó la eficacia de aceites esenciales de peperina (Minthostachys verticillata), eucalipto (Eucalyptus globulus) y naranja (Citrus sinensis) frente al gusano cogollero. Esto fue lo que observaron:

  • Aceite esencial de peperina: resultó ser el más potente, alcanzando un 100% de mortalidad en larvas con dosis bajas. Su principal componente, la pulegona, mostró gran toxicidad, pero combinado con otros compuestos de la peperina el efecto fue aún mayor gracias a una acción sinérgica.
  • Aceite esencial de eucalipto: presentó una notable capacidad de repeler a las larvas, especialmente a bajas concentraciones y en las primeras horas de exposición. Su principal compuesto activo fue el 1,8-cineol.
  • Aceite esencial de naranja: aunque menos letal, mostró efectos repelentes y alteraciones en el comportamiento y la nutrición de los insectos, lo que podría reducir su capacidad de reproducción y supervivencia a largo plazo.

Más allá del laboratorio

Estos resultados, publicados en la revista Plants, demuestran que los aceites esenciales no solo tienen un efecto directo sobre la supervivencia de las larvas, sino que también pueden modificar su comportamiento, alejándolas de las plantas. Esto abre la puerta a desarrollar biopesticidas naturales que combinen acción insecticida y repelente, disminuyendo el uso de químicos sintéticos y favoreciendo una agricultura más sustentable.

Hacia un control más ecológico

El estudio concluye que el aceite de peperina se perfila como un insecticida natural altamente eficaz, mientras que los aceites de eucalipto y naranja podrían integrarse en estrategias de repelencia y manejo conductual.

En conjunto, estas investigaciones marcan un paso importante hacia el diseño de herramientas ecológicas y sostenibles para enfrentar al gusano cogollero, un desafío clave para la seguridad alimentaria global.

Enlace al artículo en la revista Plants

Participaron de este trabajo:

Virginia Lara Usseglio

Magalí Beato

José Sebastián Dambolena

María Paula Zunino