Estamos entrando en un período del año en donde el riesgo de incendios aumenta, las lluvias aun no son abundantes y podemos sentir y ver el “polvo” en el aire. Esto podría significar que haya algunos días en donde debamos replanificar algunas actividades al aire libre. Pero, ¿hasta qué punto es importante la calidad del aire que respiramos?
Un estudio publicado en The Lancet demostró una asociación consistente entre partículas en suspensión y diabetes tipo 2, poniendo en evidencia cómo aumenta el riesgo de esta enfermedad por causa de la exposición a contaminantes en ambientes internos o externos. Los autores estimaron que casi un 20% de los casos de diabetes tipo 2 podrían estar relacionados con la contaminación del aire por partículas, y sugieren que una de las estrategias para reducir esta enfermedad seria disminuir la exposición a tales contaminantes.
Otro estudio publicado en la revista PNAS en junio de 2022, encontró que las partículas finas recolectadas en el aire también estaban presentes en el líquido cefalorraquídeo de las personas con trastornos cerebrales. Experimentos con ratones sugieren que las partículas que ingresan en nuestro organismo cuando respiramos, podrían viajar desde el interior de los pulmones hacia la sangre y luego a travesar la barrera hematoencefálica, principal línea de defensa que protege al cerebro de toxinas dañinas y compuestos relativamente grandes. Hasta el momento se sabía que las partículas que respiramos pueden afectar la función respiratoria y cardíaca, pero es la primera vez que se encuentra evidencia de que también pueden impactar en nuestro cerebro.
El LaICA (Laboratorio de Investigación en Contaminantes Atmosféricos) del IMBIV-CONICET-UNC está monitoreando los niveles de partículas en el aire en diferentes zonas de la ciudad de Córdoba, usando sensores de bajo costo. Durante el 2021 en esta misma época del año, se identificaron algunos días en los que el promedio diario de PM2.5 superaba el estándar sugerido por la Organización Mundial de la Salud (15 microgramos por metro cúbico). PM2.5 (en inglés Particulate Matter o materia particulada) son partículas de un diámetro inferior a 2,5 micras, donde una micra corresponde a una milésima parte de milímetro, por lo que estas partículas serían unas treinta veces más delgadas que un cabello humano. Muchos de estos eventos estuvieron relacionados con los incendios ocurridos en las sierras. Tales días, con valores “extremos” de partículas, podrían constituir una situación de riesgo para personas vulnerables, como niños pequeños y ancianos.
No podemos evitar la preocupación por los niveles de partículas en la atmósfera, y menos aún subestimar nuestra exposición a una mala calidad del aire. Sin embargo, podemos tomar algunas medidas para asegurarnos de reducir nuestra exposición, por ejemplo:
- No realizar actividades en ambientes abiertos.
- Crear un área de descanso “limpio”, y si la habitación tiene ventanas, mantenerlas cerradas.
- Limitar actividades en ambientes internos que pueden aumentar los niveles de partículas, como por ejemplo encender velas o pasar la aspiradora.
Las condiciones del aire a nuestro alrededor pueden cambiar rápidamente, sobre todo en época de sequía. Para estar actualizado sobre el tema se puede bajar la aplicación AirVisual para celulares, la cual permite obtener información en tiempo real sobre la calidad del aire local, consultar los pronósticos para los próximos siete días y recibir alertas.
Si quieren obtener más información sobre la calidad del aire en Córdoba en relación a otro tipo de contaminantes, pueden acceder a la nota y el podcast realizados por UNCiencia.